Si bien se sabe que la comunicación interna gubernamental es diferente y que por ello hay que ser objetivo y disidente. De esta manera, no es un secreto como funciona el clima organizacional de una institución gubernamental donde la turbulencia es el tema de cada día.

Grandes asesinos de la comunicación interna gubernamental

Muchas de las acciones que vemos diario se convierten en grandes asesinos de la comunicación interna gubernamental. Por esta razón, lo largo de la historia se convierten en un cáncer con metástasis que salpica desde los grandes mandos hasta los más pequeños.

Es la costumbre o la regla de que todo en el gobierno sea turbulentamente un aquelarre de tronos donde compiten quién tiene más «crédito» y lamentablemente el «crédito» ni los beneficios le llegan a quién realmente hizo el trabajo. La persona que hace el trabajo es la que sale perdiendo, lacerado y humillado. Este es el modo de operar de los sicarios de la comunicación interna de las instituciones y de esta manera destruye la motivación laboral.

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Por ello, enlistamos la lista de los grandes asesinos de la comunicación interna gubernamental.

Asesinos de la comunicación interna gubernamental

Vivir suponiendo

¡Pregunte! No asuma, tan simple como se lee, es necesario saber que nada es lo que parece y hay que tenerlo presente.

Colaboradores que no se sienten escuchados ni valorados

Un colaborador que se siente infravalorado es una señal de que la comunicación interna está agonizando. Por eso, es imprescindible implementar herramientas y técnicas para generar confianza con los colaboradores y escucharlos. De esta forma, se pueden prevenir chismes y rumores.

Falta de retroalimentación:

Si los empleados no reciben retroalimentación sobre su trabajo, pueden no saber si están haciendo bien su trabajo o no, lo que puede llevar a una disminución de la motivación y productividad.

Falta de reconocimiento

Va muy ligado a la falta de valoración, donde todos necesitamos ser reconocidos por nuestro trabajo y esfuerzo. Es preciso aportar que no somos nada sin nuestros colaboradores, por ello, es vital que sean reconocidos.

Falta de claridad en los mensajes:

Cuando los mensajes no se comunican de manera clara y concisa, puede haber confusiones y malentendidos que lleven a errores en el trabajo y pérdida de tiempo y recursos.

Tomar el crédito por algo que usted no hizo

¿Quieres desatar un derramamiento de descontentos y afliciones? Róbale el trabajo al colaborador y ponlo como “tuyo” sin darle el debido crédito y mención que esta persona merece por su trabajo. Y es increíble que muchos «pseudolíderes» ponen en manifiesto la debida mención del colaborador cuando algo sale mal, pero cuando las cosas salen bien, salen a relucir su «gestión, liderazgo y trabajo».

En esa instancia, es pertinente hacer una inversión en comunicación interna gubernamental que se encargue de prevenir y erradicar estos grandes asesinos que a la larga destruyen la productividad e imagen institucional interna.

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