Dos consultoras en comunicación están a punto de cerrar un trarto con el presidente de un proyecto para planificar y ejecutar la comunicación pública de los trabajos, pero algo les llama la atención cuando este dice que el éxito de su iniciativa recaería en sus dos interlocutoras.
Una de las profesionales se apresuró en aclarar que para obtener una imagen pública positiva, sin importar de lo que se trate, dependerá no solo de la comunicación sino que se completmenta con los hechos y las acciones de cada uno de los miembros del equipo que integre el proyecto, ya que la percepción de una organización o persona se va construyendo con los detalles, con el tiempo, y con el accionar y la responsabilidad de los involucrados.
Vale el ejemplo para reacordar que la imagen pública es frágil, cambiante y, por demás, compleja. Un tiempo atrás escribía apuntes sobre este tema y tomaba como idea principal la relación estrecha entre la percepción pública de la persona u organización y lo que hace y quien tiene una presencia pública está expuesto a ser percibido de manera negativa y positiva. Afortunadamente existen mediciones para saber con mayor certeza cómo se es visto por los demás.
No importa que se trate de la imagen de un político, de una organización, un proyecto o de un conglomenrado en sentido general, los conceptos de la imagen se aplican para todos los ámbitos, con variaciones lógicas y propias. Parecen oportunas algunas de las anotaciones que siguen sobre el tema de la imagen pública, tomando de, entre otras fuentes, de mercadotecniapolitica.org.
La imagen de un candidato es la percepción que tienen los ciudadanos de su carácter interno, una impresión construida a partir de su apariencia física, estilo de vida, porte, acciones, conducta y modales. En el caso del político debe valorar su imagen como el bien más preciado que tienen sin llegar al esnobismo.
En un escenario, la imagen que el político posee será su mejor aliado, pero en otros será su peor enemigo.La gente decide basada mayoritariamente en sus sentimientos.Sus emociones juegan un papel importante en la toma de decisiones. Es decir, la habilidad para tomar decisiones está gobernada más por las emociones que por la razón.
Y vale decir tanto para el rpesidente del proyecto citado al principio como para el político en sentido general que una imagen favorable se gana gracias a la acumulación de los pequeños buenos detalles. En otras palabras, el camino al cielo se recorre gracias a las pequeñas buenas acciones y esas acciones quedan en el anonimato si no se comunican, obviamente, con un plan integral de comunicación.

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