Siempre nos dicen que nosotros “marcamos nuestro rumbo” y para muchos podría ser una frase cliché, pero esto no le quita poder ni verdad.

La realidad es que si unimos la acción a lo que soñamos, pensamos e imaginamos en nuestro interior, podemos ser tan grande como quisiéramos ser.

Y es en nuestro interior donde se produce toda la fuerza que se necesita para hacer, lograr, cambiar o marcar nuestro rumbo por la vida.

Por lo relevante de este conocimiento, tenemos que reconocer que es de suma importancia cuidar con celo lo que guardamos dentro, que lo alimentemos con buenos alimentos y lo ejercitemos en el ejemplo.

Nunca olvidemos que nuestra fuerza interior, a menudo llamada resistencia o resiliencia, es la capacidad de enfrentar las situaciones estresantes que nos presenta la vida y sobreponernos a ellas. No estamos libres de caer, equivocarnos y sufrir, pero si tenemos “bien amueblado nuestro interior” podremos afrontar cualquier desafío y salir airosos.

Los seres humanos siempre tenemos algo que nos mueve, algo que nos motiva y que nos hace ir hacia delante; cumplir objetivos, sonreír, superar retos y ser proactivos, pero, ¿cuál es la receta para mantener viva esa actitud positiva?

Si no la tienes, aprovecho para compartirte algunas acciones que pueden formar parte de tus estrategias de avance que hace un tiempo leí y puse en práctica.

1. Abre tus horizontes. Utiliza tu energía interior para probar una actividad diferente cada semana. Tarde o temprano encontrarás la que es perfecta para iluminar tus días. Y si resulta ser algo para lo que ya eres buena, ¡mucho mejor!

2. Bájale la radio a la autocrítica. Incluso los más positivos, a veces, nos sentimos invadidos por nuestro monólogo interior. Contrario a lo que muchos dicen, es imposible poner la mente completamente en blanco, pero puedes, cada día, reorientar los pensamientos a formas más positivas hasta que formen parte de tu ADN.

3. Recarga energía. Pasar tiempo con tu seres más queridos y estimados es el mejor método para cargar tu energía interior. Rodearte de personas que te inspiran, ayuda a endurecer tu fuerza interior.

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